Poco más de un mes después de su creación, la República Eslovaca pasó a ser miembro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Hoy se cumplen 30 años de este acontecimiento. "Como organización que trabaja para 'erigirse como defensa contra las guerras en la mente de los hombres y las mujeres', la UNESCO tiene un mandato importante para Eslovaquia. Aquí vemos la especial contribución de la UNESCO a nivel mundial y, por tanto, también para nuestro país. En primer lugar, está el educar a las generaciones y a todas las edades y grupos sociales en la tolerancia, la inclusión, los derechos humanos y el desarrollo sostenible, para que juntos podamos prevenir guerras y conflictos. En el contexto de la agresión militar en Ucrania, está claro que aún nos queda mucho por hacer. En segundo lugar, está la protección global del patrimonio cultural mundial", declaró Anna Plassat Muríňová, Delegada Permanente de Eslovaquia ante la UNESCO en París. Los eslovacos estuvieron en el mismo nacimiento de la UNESCO, en noviembre de 1945, como Estado fundador dentro de la antigua Checoslovaquia. La organización tiene su sede en París y cuenta actualmente con 193 Estados miembros. "La UNESCO ha sido una fuerza fundamental para nuestro desarrollo nacional en las últimas décadas. El patrimonio cultural, natural e inmaterial de Eslovaquia ha obtenido el reconocimiento internacional gracias a la UNESCO, pero también ha adquirido el firme compromiso de protegerlo y conservarlo para las generaciones futuras", subrayó Plassat Muríňová. Por primera vez, Eslovaquia es miembro del Comité del Patrimonio Cultural Inmaterial desde julio de 2022. "Se trata de un logro histórico para nuestro país, porque el Comité para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial es uno de los más importantes de la UNESCO y Eslovaquia no había estado representada en él hasta ahora. Nuestra elección es un claro reconocimiento de la labor de Eslovaquia, tanto de sus expertos en el ámbito del patrimonio cultural inmaterial, como de la diplomacia eslovaca", declaró Plassat Muríňová. Ya en 1993, tres lugares eslovacos – Castillo de Spiš y sus alrededores, Banská Štiavnica y Vlkolínec- fueron incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. En 2000 se inscribió la ciudad de Bardejov, en 2008 los templos de madera del Arco de los Cárpatos, en 2009 la ciudad de Levoča y en 2021 se añadieron a la lista dos yacimientos de la época romana: el campamento militar romano Gerulata en Bratislava-Rusovce y el campamento militar romano Kelemantia en Iža, cerca de Komárno. Entre los monumentos naturales, se han inscrito en la lista las cuevas del Karst eslovaco y los bosques de hayas de los Cárpatos. Además, Eslovaquia está representada en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO por nueve entradas: Fujara (desde 2005), la Música de Terchová (2013), la Cultura de Gaitas (2015), el Teatro de Títeres Eslovaco y Checo (2016), el Canto Polifónico de Horehronie (2017), el Teñido azul (2018), la Alambrería (2019), así como la Cetrería - patrimonio vivo de la humanidad (2021) y las Tradiciones asociadas a la cría de caballos Lipizzanos, que se registraron en diciembre de 2022. "La UNESCO también reconoce la riqueza natural de Eslovaquia, nuestra reserva de la biosfera Poľana recibió el premio a la mejor gestión de reserva de la biosfera del mundo en 2017", recordó Plassat Muríňová.
Han pasado 30 años de la entrada de Eslovaquia en la UNESCO
09. 02. 2023 14:50 | Tema del día

Mária Mangová Foto: TASR