Dentro de seis aňos, a partir del aňo 2020, las mujeres deberían jubilarse a la misma edad que los hombres, perdiendo así la ventaja de la que disfrutan actualmente. La unificación de la edad de jubilación fue arrancada en el aňo 2004 mediante la reforma de pensiones, cuando la edad de jubilación de los hombres subió de 60 aňos a 62 aňos y en el caso de mujeres se fijó en dependencia del número de hijos.
Esta tendencia se desprende de la Ley Antidiscriminatoria, que debe garantizar la igualdad de género. La socióloga Monika Čambáliková opina: “Si la edad de jubilación más baja es considerada como discriminatoria, pués, deberían ser eliminados otros factores que discriminan a las mujeres. Por ejemplo, el estado debería tomar en cuenta el trabajo que las mujeres desempeňan en su “segunda jornada“, cuando regresan a casa. Cada cuidadora profesional recibe un sueldo por su labor, pero la mujer cuida niňos o ancianos sin cobrar un centavo. Aun, debido a ello, tiene que discriminarse a sí misma en su carrera profesional.“ En diferencia de sociólogos, los economistas consideran la edad de jubilación unificada como justa. Habla el economista Radovan Ďurana: “Los destinos humanos son tan diferentes, que resulta imposible crear un sistema absolutamente justo para todos, lo cual es también una de las razones, por la que estoy a favor de la edad de jubilación igual para hombres y mujeres.“
El jefe de la Unión de Jubilados Ján Lipiansky se opone: “Ni como hombre puedo estar de acuerdo con esta propuesta. Las mujeres se esfuerzan durante sus vidas criando a nuevos contribuyentes y la única ventaja que tienen es que se jubilan más temprano que los hombres“. Las pensiones de las mujeres siguen siendo más bajas y además, una mujer después de los 50 aňos de edad tiene muchas dificultades para encontrar un puesto laboral. Otro factor relevante en este asunto es que las mujeres eslovacas suelen pasar su jubilación ocupándose de los nietos y de los miembros de familia que necesitan atención diaria, algo que también beneficia las finanzas públicas. El Ministerio de Trabajo no piensa cambiar su punto de vista. El portavoz Michal Stuška: “La Ley del Ahorro Social no distingue entre mujeres y hombres. Por ejemplo, la prestación por maternidad la puede recibir tanto el hombre como la mujer.“