Los trabajadores autónomos y los empresarios tienen las últimas semanas para cumplir con sus obligaciones legales. A partir de abril, el Estado empezará a recaudar un nuevo impuesto sobre las transacciones financieras, conocido como impuesto de transacciones. Los tipos de este impuesto varían según la forma de pago. Para una transacción financiera de débito, como el pago de una factura por transferencia bancaria, el tipo es del 0,4% del importe, hasta un máximo de 40 euros por transacción. Para las retiradas de efectivo, el impuesto es del 0,8% sin importe máximo. El uso de una tarjeta de crédito está gravado con una cantidad fija de 2 euros al año. Están exentos del impuesto sobre las transacciones los pagos relacionados con impuestos, gravámenes y contribuciones al presupuesto del Estado, así como las transacciones entre cuentas del contribuyente con el mismo proveedor. Algunas instituciones, como escuelas y organizaciones sin ánimo de lucro, también están exentas del impuesto. Los emprendedores y trabajadores autónomos deben crear una cuenta empresarial en un banco antes del 31 de marzo. Esta cuenta se utilizará para registrar y gestionar las transacciones financieras con arreglo a la nueva legislación. Los bancos intentan atraer a nuevos clientes con diversas promociones, que a menudo incluyen una cuenta sin comisiones u otras ventajas. Los empresarios deben presentar documentos que certifiquen su derecho a hacer negocios, como un certificado de licencia comercial o un extracto del registro mercantil. El impuesto sobre las transacciones afectará a todas las empresas y gravará con un impuesto adicional las transferencias, lo que aumentará los costes de forma generalizada para las empresas. Sólo hay dos formas de evitar el impuesto sobre las transacciones. Se trata de los pagos en efectivo y los pagos con tarjeta a través de una pasarela de pago. Esto significa que las empresas que trabajan predominantemente con efectivo están en mejor posición. Si una empresa recibe la mayoría de sus pagos en efectivo y, al mismo tiempo, paga en efectivo por los bienes o servicios que recibe, evita la imposición adicional en forma de impuesto sobre las transacciones. La solución teórica es crear una pasarela de pago que permita abonar las facturas con tarjeta. Sin embargo, esto no funciona desde el punto de vista financiero, ya que todas las pasarelas de pago que ofrecen los bancos eslovacos, así como la gran mayoría de las pasarelas en línea mundiales, exigen al empresario unas comisiones superiores al tipo del impuesto sobre las transacciones.
Fuente: SITA