Hoy, 25 de marzo de 2025, se cumplen 37 años de la Manifestación de las Velas, una de las mayores protestas contra el régimen comunista totalitario en la antigua Checoslovaquia. Un día como hoy, pero del año 1988, tuvo lugar en Bratislava una manifestación muy tranquila de creyentes que exigían una mayor libertad religiosa, rechazaban la censura en la prensa y la persecución de los sacerdotes católicos.
La llamada manifestación de las velas, organizada por los emigrantes eslovacos y por la organización católica clandestina en Eslovaquia, recibió ese nombre por el hecho de que la gente expresaba su descontento llevando en sus manos velas encendidas. En primer lugar, los participantes exigían el cumplimiento de recomendaciones sobre el respeto a los derechos humanos, reaccionando así a las opiniones de la representación política oficial que declaraba que dentro del país había libertad religiosa y la gente podía asistir a las iglesias, pero la realidad era otra.
Se trató de la primera concentración masiva y pública de este tipo en la antigua Checoslovaquia, incluso la primera en todo el bloque del Este, que unió a los adversarios religiosos y cívicos del comunismo.
Los órganos policiales intervinieron, tratando de expulsar a la multitud de la plaza Hviezdoslav de la capital eslovaca, golpeando a la gente con porras, atacando con gases lacrimógenos y finalmente utilizando cañones de agua. Según cifras oficiales, 141 personas fueron detenidas y 14 resultaron heridas.
En abril de 1988 se celebró en Viena una reunión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), en la que los delegados condenaron enérgicamente las acciones de las fuerzas estatales en Checoslovaquia.
La mayoría de la sociedad eslovaca sigue valorando muy positivamente ese acontecimiento histórico. Desde 1993, el 25 de marzo es el Día de la Lucha por los Derechos Humanos y, por ley, un día conmemorativo de la República Eslovaca.
