La Asociación para la conservación BROZ, la Sociedad Ornitológica Eslovaca BirdLife Slovensko y el programa Krajina živa han hecho un llamamiento a los ciudadanos y a los agricultores para que sean responsables y cumplan las normas de seguridad y las medidas de higiene preventivas aprobadas en relación con la fiebre aftosa.
Según los ecologistas, el comportamiento irresponsable puede provocar daños incalculables a la agricultura y a las áreas protegidas, que se mantienen gracias al pastoreo del ganado. “Instamos a la población a ser responsable y a cumplir con las medidas vigentes y a no entrar en los pastos con animales. Muchos ganaderos no pueden permitirse alojar a sus animales durante largos periodos, y cualquier contacto innecesario con ellos aumenta el riesgo de propagación del virus”, declaró Jakub Cíbik, gerente de comunicaciones de BROZ.
Las organizaciones temen que esta epidemia pueda ser devastadora para muchos agricultores y ganaderos. Tal y como aseveran, la fiebre aftosa supone una amenaza no sólo para las grandes granjas más afectadas, sino también para muchos otros agricultores. También para la restauración de hábitats raros no forestales mediante el pastoreo. “El pastoreo tradicional ha ido desapareciendo gradualmente en nuestro país desde mediados del siglo pasado y, por ejemplo, en la región del Danubio prácticamente desapareció durante un tiempo. La agricultura local, debido al apoyo insuficiente al pastoreo por parte de las políticas agrícolas eslovacas y europeas, se ha reorientado hacia la producción vegetal y prácticamente solo quedan unas pocas granjas grandes, en su mayoría estabuladas”, explica Adriana Hološková, de la Sociedad Ornitológica Eslovaca BirdLife.
Los ecologistas también hacen un llamamiento a la sociedad y al Estado para que no se olviden de los agricultores más pequeños o ecológicos a la hora de solucionar esta crisis del sector agrícola. Su contribución a la diversidad y sostenibilidad del paisaje agrícola es irremplazable.
