El futuro de Eslovaquia vendrá determinado por su capacidad de transición hacia un modelo económico innovador. El modelo económico actual está perdiendo fuelle, ya que la pequeña y vulnerable economía eslovaca se enfrenta a la desglobalización, al cambio climático y al envejecimiento de la población. Además, el sistema social no ha sabido proteger a los grupos más vulnerables durante las crisis. Por tanto, las medidas deben reforzar la innovación, así como la resistencia de la economía, y repercutir en toda la sociedad. Así lo señaló el miércoles el Banco Nacional de Eslovaquia al presentar la edición de este año de la publicación Desafíos Estructurales. Este documento, que el banco publica periódicamente desde 2021, destaca los mayores retos y problemas de Eslovaquia. Según él, en 2025 se plantean dos retos en particular. Se trata de la aceleración del crecimiento de la productividad y la inclusión social. La transición a una economía más diversificada, basada en la innovación, es especialmente importante, ya que dependemos en gran medida del comercio mundial. Las guerras comerciales pueden traer menos crecimiento, pérdidas de empleo y más presión sobre el presupuesto en el futuro. Las cuestiones sociales también son un reto creciente.” La pobreza ha aumentado en los últimos años, especialmente en el este del país, y el “ascensor” social entre generaciones se está atascando”, dicen los expertos del Banco Nacional Eslovaco. En cuanto a medidas necesarias, el banco central cree que es importante mejorar la educación, apoyar el espíritu empresarial, reforzar las instituciones públicas y financiar y organizar mejor la investigación y el desarrollo. También es necesario frenar la fuga de talentos al extranjero y atraer a profesionales del exterior. Una política social más específica no sólo puede ayudar a los grupos de población más vulnerables, sino también formar parte del necesario saneamiento de las finanzas públicas. Michal Horváth, economista jefe del Banco Nacional Eslovaco, señaló que el entorno de inversión en Eslovaquia es actualmente malo, Eslovaquia no es un país atractivo para los inversores extranjeros y el comportamiento de las empresas nacionales muestra que están invirtiendo significativamente menos que en el pasado. Por lo tanto, según él, Eslovaquia necesita una” historia positiva” en la que se vean reflejados los inversores extranjeros y que también dé a los nacionales una razón para contratar personal e invertir en nuevos equipos.” En concreto, tenemos que modernizar nuestro entorno en educación, ciencia, investigación y apoyo a la innovación para que no seamos sólo un taller de montaje, sino que estemos preparados para producir o prestar servicios de mayor valor añadido", afirmó Horváth, añadiendo:” Sin embargo, a pesar de los problemas, se observan avances en algunos ámbitos. Tenemos la consolidación de las finanzas públicas, que es un primer paso muy importante en el largo camino hacia su recuperación. Nuestro material también muestra que esto hace que la economía sea un poco menos vulnerable de lo que era hace un año, pero, por supuesto, aún queda mucho trabajo por hacer en este ámbito".
Sin innovación e inclusión, Eslovaquia decaerá
17. 07. 2025 14:04 | Tema del día

Mária Mangová Foto: TASR