La invasión de las tropas del Pacto de Varsovia influyó durante mucho tiempo en la vida política

”La invasión de las tropas del Pacto de Varsovia es un triste acontecimiento de nuestra historia, que influyó durante mucho tiempo en la vida política del Estado y en el destino de las personas en la antigua Checoslovaquia. El proceso de renovación, encabezado por Alexander Dubček, encarnaba el deseo de la gente de cambiar el rígido régimen de entonces y construir un estado social basado en el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales” afirmaba el presidente Peter Pellegrini con motivo del 57º aniversario de la invasión militar de Checoslovaquia por las tropas del Pacto de Varsovia, añadiendo: ”Sin embargo, estos acontecimientos históricos son también la historia del carácter de unas personas que se mantuvieron fieles a sus convicciones a pesar de enfrentarse a una dura presión política y militar”. A decir de Pellegrini, ”a pesar de que el proceso de renovación terminó con la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia y la posterior normalización, que afectó a toda una generación, el deseo de libertad permaneció y se convirtió en un motivo valioso para la posterior Revolución de Terciopelo”. Según el jefe del Estado, hoy vemos que el mundo que nos rodea está cambiando. Para que la historia no se repita en su forma cruel, es importante construir nuestra soberanía dentro de la familia de Estados democráticos agrupados en la Unión Europea y la Alianza Atlántica. La Asociación de Ciudades y Municipios de Eslovaquia recuerda que el 21 de agosto de 1968 es uno de los días más oscuros de la historia moderna de nuestro país. Destaca que la ocupación y la posterior normalización destruyeron las esperanzas de reforma del socialismo y de una sociedad abierta. La organización expresa su profundo respeto a todos aquellos que se opusieron a la presión estatal. Su valentía y perseverancia son un compromiso permanente para todos nosotros. ”Hoy, cuando volvemos a ser testigos de una agresión militar en Europa, el legado de 1968 es más actual que nunca. Ningún pueblo debe ser privado del derecho a decidir sobre su futuro”, apela Jozef Božik, presidente de la Asociación de Ciudades y Municipios de Eslovaquia.