Según evaluaba recientemente el analista económico de la Confederación de Sindicatos (KOZ según siglas eslovacas), Ján Košč, aunque Eslovaquia ha mejorado su posición en cuanto al patrimonio económico medio de los hogares, sigue estando por detrás de otros países europeos debido al bajo nivel de acumulación de ahorros, el elevado endeudamiento y una limitada capacidad para generar ahorros líquidos. Aunque los activos financieros de los hogares eslovacos hayan aumentado estadísticamente, su poder adquisitivo real y su capacidad para garantizar un nivel de vida más alto son limitados. En 2023, los activos financieros netos de los hogares eslovacos alcanzaron un valor de 9.160 euros, el más bajo de los países europeos. Con todo, a pesar del crecimiento relativamente bajo de los activos netos, la República Eslovaca alcanzó el año pasado los 10.580 euros. Sin embargo, según el analista, este crecimiento es solamente de carácter nominal y, en cambio, la revalorización real se ve debilitada por la elevada inflación del país, que en 2024 y 2025 se situó entre las más altas de la UE. Por otra parte, Eslovaquia es uno de los países con mayor nivel de endeudamiento. El valor medio de la deuda por habitante pasó de 7.990 euros en 2019 a 10.960 euros en 2024, lo que supone un incremento del 37,17 %. Los hogares eslovacos tienen una mayor proporción de deuda (51 %) que de activos financieros (49 %), lo que significa que tienen una carga crediticia mayor de la que pueden cubrir con sus propios activos financieros. Según el analista, el problema habitual no es la escasa cultura financiera, sino más bien la política de bajos salarios aplicada durante mucho tiempo. Esto ha provocado que una gran parte de los hogares del país no haya tenido y siga sin tener la posibilidad de ahorrar de forma sistemática, y los que pueden ahorrar lo hacen en bancos como reserva para gastos inesperados. El bajo patrimonio financiero de los eslovacos no es solo el resultado del comportamiento individual, sino también de factores estructurales. Además de los bajos ingresos, en este caso también desempeña un papel importante la ausencia prolongada de una política de vivienda integral. La falta de viviendas públicas y asequibles obliga a los hogares a destinar una parte considerable de sus recursos a la propiedad inmobiliaria, lo que reduce su capacidad de ahorrar e invertir. Por lo tanto, según Košč, el Estado debería introducir cambios integrales en la política económica, fiscal y social, desde el fomento de la creación de viviendas asequibles, pasando por la modificación del sistema tributario y de cotizaciones, hasta el aumento sistemático de los ingresos de la población. “A ello pueden contribuir no solo una nueva política económica e industrial orientada a productos de mayor valor añadido y un nuevo modelo económico de crecimiento, sino también la ampliación de la cobertura de los trabajadores por convenios colectivos. Estos cambios y medidas tendrían un enorme potencial para impulsar un nuevo desarrollo de nuestra economía y del nivel de vida de la población”, añadía, para finalizar, el analista económico de la Confederación de Sindicatos (KOZ), Ján Košč.
Los eslovacos tienen menos patrimonio que otros ciudadanos europeos
01. 12. 2025 14:07 | Tema del día
Hilari Ruiz de Gauna i Torres Foto: TASR
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