Tras tres aňos de vigencia de la Ley de Ciudadanía, aprobada como respuesta a la entonces recién aprobación de la Ley húngara sobre la doble ciudadanía, un total de 575 ciudadanos eslovacos han perdido su nacionalidad eslovaca, habiéndo adoptado una nueva nacionalidad. Desde el 17 de julio de 2010, fecha en la que entro en vigor la mencionada Ley, y fecha desde la cual es obligatorio informar de la adopción de una ciudadanía extranjera, 575 eslovacos han perdido su nacionalidad por la adquisición de otra, 243 de ellos hombres, y 332 mujeres.
Alena Koišová, portavoz del Ministerio del Interior, informó en rueda de prensa celebrada con ocasión del mencionado aniversario de la aprobación de la Ley, que de dichas personas, 258 adoptaron la ciudadanía checa, 105 la alemana, 68 la austríaca, y 49 la ciudadanía británica. Sin embargo, en favor de la ciudadanía húngara únicamente 35 personas abandonaron la eslovaca. La actual forma de la Ley de Ciudadanía, y que permite la pérdida de la nacionalidad eslovaca fue introducida por el gobierno de Robert Fico en el aňo 2010 como respuesta a la Ley húngara de doble ciudadanía. Ésta permitía obtener la ciudadanía húngara a todas aquellas personas que demostrasen que sus antepasados habían vivido en el antiguo Reino de Hungría y hablaban húngaro. El gabinete de Iveta Radičová intentó modificar la ley eslovaca, pero su propuesta de reforma no fue aceptada. El Ministerio eslovaco de Interior reconoce ahora que dados los resultados que está teniendo la Ley en la actualidad se ha decidido solicitar su opinión a un grupo de expertos en el campo del derecho internacional. Por ello una nueva propuesta de reforma será preparada con posterioridad, en colaboración con el Ministerio de Exteriores de nuestro país, con el Consejo de Europa y con el Alto Comisario para minorías étnicas y nacionales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. El Ministro de Interior, Robert Kaliňák, ya hizo algunas indicaciones el aňo pasado sobre qué puntos podría tener la nueva Ley. Uno de los puntos básicos sería que la concesión de la nueva ciudadanía fuese realizada sobre la base de la residencia permanente en el nuevo país, con lo que el ciudadano no perdería su ciudadanía anterior. Tal y como Kaliňak dijo hace medio aňo, “esto significa que un ciudadano de la República Eslovaca puede adquirir la ciudadanía húngara sin perder la eslovaca cuando tenga su residencia permanente en Hungría, y obtenga su ciudadanía húngara por dicha causa, y no por razón de su pertenencia nacional”.